Fortaléceme conforme a tu palabra.
Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
Oh Señor, estoy oprimido, sé tú mi ayudador
El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.
Vosotros sabéis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma que ninguna de las buenas palabras que el SEÑOR vuestro Dios habló acerca de vosotros ha faltado; todas os han sido cumplidas, ninguna de ellas ha faltado.
No temas, hombre muy estimado. La paz sea contigo; sé fuerte y esfuérzate. Cuando habló conmigo, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
Pero ahora, esfuérzate… y trabajad, porque yo estoy con vosotros–declara el SEÑOR de los ejércitos.
No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu–dice el SEÑOR de los ejércitos
Fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
Sal. 119:28, 49 Is. 38:14 Lc. 21:33 Jos. 23:14 Dan. 10:19 Hag. 2:4 Zac. 4:6 Ef. 6:10
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sábado, 24 de marzo de 2012
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